¡Hola Amigas y amigos!. Me encuentro en París la ciudad delamor, la ciudad de la luz… Aquí estoy en la capital de Francia. Te voy a dar todos los consejos y la mejor guía para que puedas disfrutar de la ciudad sin prisas y con un orden lógico e idóneo.

Mi vuelo aterrizó en el aeropuerto de París-Orly, recuerda que existen 3 aeropuertos en París, el anteriormente mencionado, París, Charles de Gaulle y Beauvais que es el más alejado al centro de todos. Consulta tus vuelos aquí.

El traslado desde el aeropuerto hasta mi alojamiento en pleno centro de París lo hice a través de CIVITATIS puedes consultar los
traslados aquí.

Mi alojamiento estaba en pleno centro de París, muy cerca del Campo de Marte, a los pies de la Torre Eiffel. Desde la propia cocina se veía la propia Torre Eiffel jejejejeje. Puedes consultar tu alojamiento aquí.

Mi primera parada fue ir al Palacio Nacional de los Inválidos, uno de los monumentos más importantes de París, y acoge la sepultura de uno de los personajes más icónicos del país, Napoleón. No solo debido a su gran riqueza artística y su imponente aspecto coronado por una preciosa cúpula dorada. Tenía que hacer algo de tiempo porque quería ver la Torre Eiffel de noche cuando se iluminaba, así que me puse a callejear por la zona llena de amplias avenidas y edificios señoriales.

Llegaba la hora de pasear por el Campo de Marte y deleitarme con el precioso fondo de la Torre Eiffel iluminada. Construida en 1889 para la Exposición Universal, la Torre Eiffel se convirtió en el principal símbolo de París y es el monumento más visitado del mundo. Una construcción de hierro de 300 metros de altura, su construcción duro más de 2 años y 250 obreros trabajaron en ella. Un precioso regalo que nos hicieron sin duda. Recomiendo ir a primera hora para evitar las largas colas que se forman, además puedes comprar tus entradas aquí.

A la mañana siguiente tocaba subir a lo más alto de la Torre Eiffel, dicho y hecho a lo más alto que me dejaron subir, de allí puedes obtener unas preciosas vistas de toda la ciudad de París.

 Mi siguiente destino es la Plaza de la Concordia que está situada al comienzo de la avenida de los Campos Elíseos, esta plaza es la segunda más grande de toda Francia.

Seguí paseando por los Campos Elíseos, con una longitud de casi 2 kilómetros, componen la arteria más bella y conocida de París, además de una de las avenidas más famosas del mundo. Rodeado de tiendas por todos lados y un agradable paseo bajo los árboles. Ya veía mi siguiente destino el Arco del Triunfo.

El Arco del Triunfo es uno de los símbolos más famosos de París y representa las victorias del ejército francés bajo las órdenes de Napoleón, que ordeno su construcción. Con unas dimensiones de 50 metros de alto y una base de 45 por 22 metros. Es todo un placer poder contemplar el arco, además de ver la conducción francesa por ella, te ríes un rato, la verdad es que sí, todo el mundo se cruza, se cabrean…

Callejeando llegué hasta los Jardines del Trocadero donde tienes unas preciosas vistas a la Torre Eiffel. Está compuesto por numerosos jardines, estanques y fuentes que bajan del palacio de Chaillot hasta el puente de Jena sobre el río Sena. Un precioso lugar donde relajarte y disfrutar de las vistas.

Por la tarde decidí subir hasta la Basílica del Sagrado Corazón. Con una enorme cúpula que puede ser vista desde distintos puntos de París, se encuentra en el encantador barrio de Montmartre, que tiene un ambiente muy especial. La basílica se encuentra en una colina de 130 metros de altura desde donde se contemplan unas maravillosas vistas de París.

Al oscurecer fui hasta el famoso Moulin Rouge. Sinceramente, no me esperaba para nada el ambiente de la zona, una zona de prostitución, lleno de prostíbulos, tiendas eróticas y mucha gente rara. Directamente, me hice la foto de postureo con la fachada de Moulin Rouge de fondo y me fui.

A la mañana siguiente tocaba utilizar el Batobus, algo que sinceramente es maravilloso. Lo puedes conseguir aquí. Es un barco que va por el río Sena haciendo paradas en los principales puntos de interés, te puedes bajar tantas veces como quieras en todo ese día que tienes contratado.

Un paseo magnificó viendo los numerosos puentes del río Sena, además, contemplando su arquitectura. Lo cogí a pies de la Torre Eiffel y me baje a los pies de la Catedral de Notre Damme que es mi siguiente destino.

Construida entre 1163 y 1245, la Catedral de Notre Damme es una de las catedrales góticas más antiguas del mundo. El nombre de la catedral significa Nuestra Señora y está dedicada a la Virgen María. Sus dos imponentes Torres de 69 metros de altura y sus múltiples gárgolas, además de un maravilloso campanario donde vivió el mítico Jorobado de Notre Damme. Te recomiendo compras las entradas porque las colas para acceder son interminables. Consíguelas aquí.

Callejeando por el famoso Barrio Latino llego hasta el Panteón, fue el primer monumento de importancia de la capital francesa. El Panteón es uno de esos lugares que no puedes perderte al visitar París. Tanto su arquitectura exterior como la grandeza de su interior merece mucho la pena dedicarle un tiempito.

A unos pocos minutos se encuentra los Jardines de Luxemburgo. Diseñados en 1612 bajo las órdenes de Maria de Medicis, son los jardines más céntricos, populares y bellos de todo París. Son uno de los lugares más populares de la ciudad tanto para los parisinos como para los turistas, que pueden encontrar un lugar de descanso merecido después de pasear por toda la ciudad. Entre las numerosas estatuas y esculturas que se alojan en los jardines.

Volví a subirme en el Batobus, esta vez con dirección al Museo de Louvre. Inaugurado a finales del siglo XVIII, es el museo más importante de Francia y uno de los más visitados del mundo. Actualmente, recibe más de ocho millones de visitantes cada año. Formado a partir de las colecciones de monarquía francesa y las expoliaciones realizadas durante el imperio Napoleónico, el museo abrió sus puertas en 1793, mostrando un nuevo modelo de museo, que pasaba de las manos de las clases dirigentes al disfrute del público general.

Puedes encontrar las pinturas y esculturas tales como, La Gioconda de Leonardo da Vinci, La Libertad Guiando al Pueblo de Delacroix, Las Bodas de Caná de Veronés, La Venus de Milo de la Antigua Grecia, El escriba sentado del antiguo Egipto. Además, sus exteriores son fantásticos para perderse en ellos, así que no hay excusa para no visitar el museo. Aquí puedes conseguir las entradas.

Nuevamente, vuelvo a coger el Batobus, con mi sorpresa de descubrir la existencia de una Estatua de la Libertad de París. Déjame decirte que la sensación de ir navegando por el río Sena y contemplar la majestuosa Torre Eiffel es algo increíble.

Con esto ponía broche y final a mi aventura por París. Si tienes alguna duda, puedes ponerte en contacto conmigo aquí.