Diario de Copenhague
Buenos días amigos y amigas, me encuentro en el aeropuerto de Copenhague-Kastrup en Dinamarca. Un viaje al país de los vikingos donde, desgraciadamente, no queda apenas rastro de su paso, una auténtica pena para mí. Puedes encontrar tu vuelo aquí.
Para llegar al centro de la ciudad, utilizo el tren hasta la estación central de Copenhague, no hace falta salir del mismo aeropuerto dado que allí mismo está la estación de tren. Añadir que el mismo tren une Dinamarca con Suecia. Así que si tienes pensado ir a visitar Suecia más que recomendado, ya tienes una idea de qué tren tienes que coger.
Me alojé en Cabinn Copenhague, un hotel fantástico cerca de la estación central y muy cómodo para visitar la ciudad. La habitación no es muy amplia, pero si tiene todo lo necesario para mí, además añadir que el personal hablaba español, entre otros idiomas. Puedes encontrar tu alojamiento aquí.
El centro de la ciudad de Copenhague es bastante compacto y muy cómodo para ir caminando a todos los sitios, así que no tienes necesidad de utilizar el transporte público, además que ir descubriendo las calles de Copenhague es todo un placer, sus calles huelen a mar!!! Dado que sus canales son de agua salada. Que se me olvidaba, es una ciudad llena de bicicletas, así que cuidado y no os quedéis parados en los carriles bicis.
Mi primera parada es la plaza del ayuntamiento, es la parte más céntrica de la ciudad y uno de los puntos de encuentro más frecuentes entre los habitantes de la capital, una lástima para mí que una parte de la plaza estuviera en reparación. El Ayuntamiento de Copenhague es uno de los edificios más altos de la ciudad y su torre ofrece unas vistas excelentes del corazón de la capital danesa.
Seguí mi camino hacia el impresionante Palacio de Christiansborg fue la residencia real de la monarquía danesa hasta 1794, cuando se mudaron al Palacio de Amalienborg. Hoy en día, Christiansborg es uno de los monumentos más visitados de Copenhague y sigue prestando servicios ocasionales a la Corona. Un gran palacio ennegrecido donde se encuentra la caballería real y es una parada obligatoria en mi viaje por Copenhague.
Justo por debajo se encuentra Borsen, Construida en 1625, la Antigua Bolsa de Valores es uno de los edificios más antiguos y reconocibles de Copenhague. Caracterizado por un techo de cobre verde y a sus pies un canal de agua salada. No pude contemplar el edificio tal como desearía porque estaba en restauración.
Caminando llegué hasta Kogen Nytor, Una de las plazas más famosas de Copenhague, en pleno centro de la ciudad y rodeada de edificios históricos como el Teatro Real. La plaza está presidida por la estatua ecuestre del rey Christian V, que ordenó adoquinarla, y de ella parten alguna de las principales arterias de la capital danesa, como la calle Strøget o el canal de Nyhavn.
De ahí seguí hasta llegar al famoso y característico canal de Nyhavn. La imagen típica de las postales de Copenhague son las casas de colores a orillas del canal, en pleno centro de la ciudad. Sus terrazas a orillas del canal o sus barcos encallados en el mar hacen de Nyhavn uno de los lugares con más encanto de Copenhague. Estaba completamente repleto de gente por todo lados, así que decidí seguir caminando hacia el mar escandinavo, donde el olor a mar era aún mayor y mejor jejejej si me encanta el mar, además pude contemplar las vistas al edificio de Operaen al atardecer, un lugar fantástico para sentarse, respirar y tener unas bonitas sensaciones de la ciudad.
A la mañana siguiente mi primera parada no podría ser otra que Nyhavn, a primera hora un lugar fantástico y tranquilo, en ese momento lo pude disfrutar con calma y sin agobios. Añado que es la mejor hora para estar casi solo por el canal y obtener unas buenas fotos.
Mi siguiente parada es la Iglesia de Marmol, en pleno centro de la ciudad se erige la majestuosa Iglesia de Mármol de Copenhague, famosa por su cúpula de 50 metros de altura. Conoce la historia de la iglesia que tardó 150 años en construirse. Es el mejor ejemplo de arquitectura barroca de Copenhague. Se encuentra justo enfrente del Palacio de Amalienborg y está inspirada en la cúpula de la basílica de San Pedro del Vaticano. La cúpula verde de la Iglesia de Marmol estaca sobre el resto de monumentos de Copenhaguen. Es la iglesia favorita de los daneses para casarse y no me extraña porque es preciosa e imponente.
Justo enfrente se encuentra el Palacio de Amalienborg, un complejo palaciego de cuatro edificios donde reside la familia real en invierno. Una majestuosa plaza central rodeada de preciosos edificios reales, donde pasar un agradable ratito contemplando los edificios, así como el cambio de guardia real.
Mi siguiente parada es la iglesia de San Albano, sin duda, lo que la hace espectacular es su entorno natural realmente privilegiado, desde donde se pueden ver vistas espectaculares.
Seguí caminado por el parque hasta llegar a la famosísima estatua de la Sirenita. Una estatua de bronce que descansa sobre una roca en el puerto de la capital, a orillas del Báltico. Desde su nacimiento en 1913, esta curiosa figura ha suscitado todo tipo de leyenda, actos vandálicos y curiosas anécdotas.
A unos pocos minutos de ahí, se encuentra Kastellet, la ciudadela fortificada de Copenhague. La construcción del Kastellet fue iniciada en 1626 por el rey danés Christian IV para reforzar la seguridad de la muralla defensiva de Copenhague. Actualmente, aunque sigue teniendo un uso militar, constituye uno de los puntos de interés turísticos de la ciudad. Sus estanques de agua en forma de pentágono, sus colinas verdes llenas de vegetación lo hace un lugar único donde sentarse en sus bancos y disfrutar de las vistas es todo un placer.
Seguí mi aventura por las calles de Copenhague hasta llegar a los Jardines del Rey, en pleno centro de Copenhague. Se levanta el majestuoso Castillo de Rosenborg, que mantiene intactos tesoros de hace más de 400 años. Pude disfrutar de un desfile militar en el mismo castillo, además de perderme por los Jardines del Rey que mires por donde mires en todo un encanto. Cabe decir que esta visita es totalmente obligatoria.
Disfrutando por las calles de Copenhague, me encontré con la Rundetaarn de Copenhague, alberga el observatorio en funcionamiento más antiguo de Europa, un telescopio de 1929 y un excelente mirador en la cima. Toda esa zona es peatonal y muy turística, así como utilizada por los propios daneses para hacer sus compras.
Por la tarde fui a descubrir la denominada ciudad libre de Christiania. “You are now entering the European Union» es el cartel que separa a la ciudad libre de Christiania del resto de Copenhague. Este barrio hippy autogestionado no se parece a ningún otro lugar del mundo. En pleno corazón de la capital se encuentra el barrio más impactante de Copenhague. Es un barrio hippy, un ambiente peculiar y un estilo de vida difíciles de encontrar en cualquier otra parte del mundo. Hoy en día poco más de mil personas viven allí, con sus propias normas, además que se consideran independientes de Dinamarca, así como de la Unión Europea. Lo que más me impacto fue lo que yo llamo “el mercadillo de la droga”. Imaginaos un mercadillo normal con sus tolditos, sus puestitos… Pero en esta ocasión no encuentras ni pulseras, ni collares, sino marihuana y hachís en esos puestos y un ambiente raro que tuve de ese lugar concretamente.
Muy cerca de ahí se encuentra la iglesia de San Salvador y su torre en espiral se han convertido en una de las atracciones turísticas de Copenhague más famosas. En 2007, los ciudadanos de Copenhague eligieron la torre de San Salvador como el mirador con las mejores vistas de la ciudad, su atracción más famosa es la torre de madera en espiral. Además, el carrillón de la iglesia es el más antiguo del norte de Europa y varía su melodía cada cierto tiempo.
Los Jardines Tívoli es la atracción más popular, con más de 4 millones de visitantes al año. Desde su inauguración en 1843, el Tívoli ha sabido mantener su aura de fantasía y diversión, enamorando tanto a pequeños como adultos. Es el segundo parque de atracciones más antiguo del mundo. Una vez comprada la entrada al parque, también luego tienes que ir comprando las entradas a cada atracción por separado. Consigue las entradas aquí
Se iba acercando la hora de decir hasta luego a la preciosa y encantadora Copenhague, una ciudad que me encanto, donde sentí mucha paz sentado en su bahía contemplando un agradable atardecer.