Guía de Krabi (Ao Nang)
Buenos días. Después de vivir una noche espectacular con la festividad del Loy Krathong y el Yee Peng en Chiang Mai. Me dirijo camino al aeropuerto, para viajar hasta la fabulosa Krabi, al sur de Tailandia. Vuelvo a viajar con la compañía Bangkok Airways, en este aeropuerto disponen de una sala para todos sus pasajeros, donde incluye comida, bebidas y un lugar agradable donde esperar hasta que salga tu vuelo.
Una vez dentro del avión, el trato de las azafatas es excepcional, el vuelo tardo un poco más de 1 hora y algo. Y como es habitual en esta compañía, también repartieron comida y bebida para todos los pasajeros.
Para el traslado del aeropuerto al hotel puedes contratar el servicio en civitatis o getyourguide, más que recomendados sus valoraciones hablan por si solo.
Ya estoy en el Hotel de Krabi me alojé en el Hotel Red Ginger Chic Resort, a unos pocos de las playas de Ao Nang y de Thara Beach. Desde donde ya sentía que ese sitio era mío jejejejeje, al fondo ya se veían las famosas islas y rocas gigantes tan famosas del sur de Tailandia.
Esa misma tarde noche seguí explorando un poco de Krabi, y decir que me volví a enamorar del lugar, es un sitio obviamente turístico, pero no masificado como es posiblemente Phuket. Me decidí básicamente ir a Krabi por la cercanía para realizar las diferentes excursiones a las islas de ensueño, que vemos en las películas y series, pero eso ya llegaría al día siguiente.
Caminando por Krabi me topé con un mercado de comida (sin duda lo mejor de lo mejor de Tailandia) como disfrutaba, rodeándome de personas locales y viendo cada puesto con diferentes elaboraciones. Un puesto te hacían marisco, otros pinchitos de pollo o carne, otro un arroz con piña y gambas que estaba espectacular. Por cierto, el mejor postre de Tailandia para mí, es el Mango Sticky Rise, se me hace la boca agua solo de pensarlo… Es un postre o plato, yo me lo comía de las dos maneras, se basa en arroz pegajoso, mango fresco y leche de coco, casi nada jejejeje, eso si es una bomba para las papilas gustativas.
Y con esto me iba a la habitación del hotel con una enorme sonrisa de oreja a oreja y felicidad, para afrontar el día siguiente de la mejor manera.
Me desperté con muchas ganas, me puse un bañador, una camiseta, cogí la mochila con la toalla y hacía mi siguiente aventura. Que era y nada menos que una excursión a 4 islas de Krabi. Las mejores excursiones las puedes contratar en civitatis o getyourguide.
Empezaría saliendo del puerto en un bote de cola larga típico tailandés, con rumbo al primer destino. Prhra Nang Cave Beach allí disfrute de mi primer bañito en una isla tailandesa, decir que me esperaba el agua más fresquita, pero no, el agua está tibia (Me gusta el agua fría) pero eso no me echo atrás para nadar por en sus aguas y explorar un poco la isla.
El siguiente destino fue la isla de Poda donde practicaría snorkel. Para que el viaje entre isla fuera más ameno nos invitaban a fruta fresca, piña, sandia, pitaya, un puro espectáculo, el sabor de la fruta tailandesa.
La excursión también incluía la comida en la propia isla, se trataba de un buffet preparado por los propios tripulantes del barco, donde nos mezclábamos unas excursiones con otras e ibas probando un poco de todo, la gente tailandesa te ven con el plato lleno y siguen queriendo que comas más así son ellos. Gente encantadora.
Una vez comido y relajado con esas vistas y esa experiencia tocaba tomar rumbo a la siguiente isla, en esta ocasión no tomaríamos tierra, pero si el barco atraco y saltábamos del barco al agua, practicabas snorkel o directamente te podías quedar en el barco con música y contemplando las maravillosas vista de la Chicken Island, es famosa porque tiene una montaña con forma de pollo.
Consejo, si no sabes nadar y aunque lleves el chaleco salvavidas no te alejes mucho del barco que luego toca volver. Lo digo porque tuve que llevar al barco a un grupo de 5 personas donde 3 de ellos no sabían nadar y entraron un poco en pánico a la hora de volver…
Ya se iba acercando la hora de terminar la aventura, pero antes quedaba una última parada. Los islotes de Tub y Mor, están unidos por un banco de arena, el cual en marea baja es totalmente visible y puedes ir de un islote a otro sin problema, y si llegas con marea alta, el agua te llegará un poco por encima de las rodillas quizás.
Y ahora si ya tocaba regresar a puerto, después de vivir una de las mejores mañanas que he vivido en mi vida, pero sin antes ver a lugareños en mitad del océano, pescando o mariscando, en bancos de arena que no se veían por el agua.
A la mañana siguiente tocaba dar un paseo por Krabi y disfrutar de sus playas, dado que mi próxima excursión seria al atardecer para contemplar el atardecer desde el barco y hacer snorkel nocturno con plancton luminoso.
No fui a las famosas islas Phi Phi, porque no podías pisar la playa ni bañarte en ella, básicamente estaba todo el coral destruido de todos los barcos que acudían a diario allí, el gobierno tailandés restringió el acceso a toda embarcación y solo podías ver la isla desde fuera sin entrar a la laguna.
Un día nuevo, una aventura nueva, esta vez tocaba una excursión al atardecer y una barbacoa por la noche.
Si la excursión del día anterior fue espectacular, esta no iba a ser menos, fue increíble presencial un atardecer desde un barco en mitad de las aguas tailandesas rodeado de esas islas vírgenes, una sensación maravillosa para todos los sentidos.
En esta ocasión se trataba de un barco más grande y un barco de cola larga, si éramos bastante en esa excursión pero muy bien la verdad. En esta ocasión también nos dieron fruta fresca, piña, sandia, pitaya, bandejas y bandejas de fruta corrían por la cubierta del barco, mientras disfrutaba de un maravillo atardecer.
Una vez ya era noche cerrada, nos llevaron a un punto cerca de Railay, en el cual apagaron todas las luces del barco, era una noche cerrada todo era negro oscuro… y sin pensarlo me puse las gafas de snorkel y para el agua a jugar con el plancton luminoso, cuando más muevas el agua más luminosos se ponen duran segundos, pero la sensación de estar en plena oscuridad y que en segundos se ilumine el agua es una sensación indescriptible.
Al cabo de un rato encienden la luz y todos nuevamente para el barco, el siguiente destino era la playa de Railay, donde nos trasladaron a un barco más pequeño para que nos acercara a la orilla, y disfrutar de una deliciosa cena en la playa.
Después de disfrutar de la cena, nuevamente al barco, y ahora si acababa la aventura, pero antes nos tenían una pequeña sorpresa en el muelle. La tripulación jugaba con fuego, lanzando palos de fuego al aire y volviéndolo a coger ect…
A la mañana siguiente ya me tocaba, regresa a mi casa, pero sabía que este viaje a Tailandia fue un antes y un después para mí.
Consejo: Tenía el vuelo Krabi-Bangkok-Dubai-Madrid, pues yo fui directamente al aeropuerto para vuelos domésticos de Ao Nang y no es así. Aunque hagas escala en Bangkok tienes que ir al aeropuerto internacional. Si te equivocas igual que yo, que no cunda el pánico, hay un micro bus gratuito, que va desde una terminal a la otra. Lo puedes coger en la misma puerta de la terminal.